Estimados trabajadores contratistas y subcontratistas de la División El Salvador de CODELCO.
Presentes:
Quiero expresarles, por medio de esta misiva, mi total apoyo a la movilización que han iniciado “una vez más”.
Recuerdo muy bien cómo el año pasado, liderados por valientes dirigentes, enfrentaron la defensa de sus derechos, tantas veces conculcados y durante tanto tiempo.
Con sinceridad, lamento profundamente que una empresa del Estado, administrada por el gobierno de la Concertación de la presidenta Bachelet, donde el directorio es de confianza de la presidenta Bachelet, no se hayan aplicado con rapidez y de manera estricta, las modificaciones de la llamada Ley de Subcontratación.
Les debo decir que cuando aprobamos esa ley en el Congreso, estábamos convencidos que iban a ser las empresas del Estado, como CODELCO, ENAMI, ENAP y las otras pocas que quedan en manos del Estado, las que iban a aplicar inmediata y estrictamente la ley porque, sin lugar a dudas, se constituirían en la base para exigir al sector privado su cumplimiento. Si el Estado, en sus empresas se obligaba a cumplir de determinada forma, podía el Estado, a través de sus organismos, como la dirección del trabajo, exigir el cumplimiento también.
Pero ocurrió lo contrario. Para que se comenzara a aplicar la ley hubo que hacer una gran movilización -que ustedes lideraron en el Salvador- y le tuvieron que decir con fuerza, con energía, a todo Chile, lo que estaba pasando.
Es cierto, tuvo que intervenir la iglesia para poner fin a esa larga huelga y movilización de más de 36 días.
Yo pude constatar en terreno, con algunos de ustedes, en Diego de Almagro, cómo se vivían esos días, con el nivel de tención que había, viendo cómo el pueblo les apoyaba, por lo demás, sus justas y legítimas demandas y cómo sufrían también la represión de las fuerzas especiales, como en los tiempos duros de la dictadura.
Si, créanme, me sentí condolido. Me recordaron los tiempos en que como joven estudiante universitario tenía que arrancar de los guanacos y de los zorrillos mientras estudiaba en Santiago. Pero acá era el pueblo, y estaban los niños, las mujeres, la gente.
Gracias a la intervención de la iglesia se logró poner fin a ese conflicto. Monseñor Goic, que nos ha dado gratas sorpresas durante los últimos años, pudo ser la persona bajo cuyo alero se puso término al conflicto.
Hoy día ustedes reclaman porque no se han cumplido los compromisos asumidos por el gobierno en aquella oportunidad. Es lamentable pero, después de ver que la dirección nacional del trabajo ordenó la incorporación de más de 5 mil trabajadores subcontratistas a CODELCO y el propio CODELCO se opuso y judicializó el tema, es posible esperar hoy en día cualquier cosa de CODELCO.
La verdad, lo lamento mucho.
Íntimamente quiero decirles que en el mes de Enero abandoné mi propio partido, la Democracia Cristiana, con dolor, entre muchas razones por la experiencia vivida en el conflicto de CODLECO y la negativa del gobierno y de autoridades que administran la empresa, perteneciente a mi ex partido, a aceptar esta ley.
Hoy día, en esta nueva movilización, como diputado de Atacama independiente, les expreso, una vez más, mi solidaridad y apoyo. Nunca me voy a perder, siempre voy a estar del lado de los trabajadores, especialmente, de los trabajadores mineros y de los trabajadores tratados injustamente.
Amigos y amigas contratistas de la división El Salvador, manténganse siempre unidos. Yo se que el apoyo que les puedo dar es un apoyo moral, pero es el apoyo de un parlamentario atacameño.
Créanme que apenas pueda iré a verlos, a compartir con ustedes.
Les deseo suerte y fuerza en esta lucha en la que, tal como cuando terminó el conflicto la vez pasada, les dije: “Han ganado una lucha, vendrán más. Esto parece ser de nunca acabar”.
Pero con el liderazgo de sus dirigentes, con la fuerza de ustedes, todos los trabajadores y trabajadoras, vamos a ir cambiando Chile, tenemos que crear un Chile más justo, más solidario, un Chile donde haya una mejor distribución del ingreso y ustedes están dando la señal correcta en ese sentido.
Un abrazo, se despide,
JAIME MULET MARTINEZ
Diputado por Atacama
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